En una tradición arraigada en la fe y la devoción, ayer Domingo a las 08:00 de la mañana, un grupo de peregrinos y fieles se congregó en la Basílica Menor Nuestra Señora del Rosario en Villa del Rosario para dar inicio a la 42ª Peregrinación a la Gruta de la Virgen del Valle. Entre cánticos y oraciones, los participantes emprendieron su viaje hacia el sagrado santuario, algunos a pie, otros en autos y algunos más a caballo, en un gesto de entrega y esperanza.

Para muchos de los asistentes, esta peregrinación es un evento familiar que se repite año tras año. “Suelo quedarme todo el día aquí en otros años”, expresó una de las fieles creyentes, reflejando la profundidad de la devoción que motiva esta jornada. Otros compartieron sus motivaciones y peticiones al realizar este acto de fe. “En el año venimos también. Pedimos por la familia, la salud, el trabajo y el país”, expresó otra peregrina, revelando las múltiples intenciones que llevan consigo durante este encuentro espiritual.

La peregrinación también es ocasión para renovar votos y promesas. “Hasta que la virgencita me lo permita, voy a venir caminando. Con mi esposo, hija y nieto. Pido por la salud de mi hermana y toda la familia y la Patria, que se componga un poco la situación”. “Este lugar esta hermoso, lo encontramos muy bien”,  compartieron algunas fieles, mostrando el compromiso y la confianza en la intercesión de la Virgen del Valle en sus vidas.

La 42ª Peregrinación a la Gruta de la Virgen del Valle no solo es un momento de encuentro religioso, sino también una manifestación de la profunda fe y esperanza que anima a la comunidad de Villa del Rosario y sus alrededores. En este camino de plegarias y reflexión, los peregrinos encuentran consuelo y fortaleza, renovando su compromiso con la espiritualidad y la solidaridad.